miércoles, 11 de mayo de 2011

Papá.

Te odio.Te temo. Papá.
Odio tus gritos. Odio tu enfermedad. Odio tu tristeza. Odio todo el mal que nos has echo. Temo que vuelvas. Temo a tu odioso Mr. Hyde. Temo que un día acabes conmigo. Temo que un día acabes con mi espíritu, como hiciste con ella, pobre esclava de tu tristeza. Y siempre llegas con esa cara del trabajo. No sonríes. No te alegras por nada. Tus risas son mentira, papá. Tus chistes una mera tapadera de tu tristeza. Papá, no me engañes... ya lo sé todo.

No te puedo querer. Solo te puedo soportar, porque mañana todo cambiara. Tendrán que saber la verdad papá y el mundo la sabrá y tú te darás cuenta que yo no soy quien crees que soy. Ya no seré tu hijo, papá, tu ya no seras mas papá... hace tiempo que dejastes de serlo ya. Y no podre soportar eso y me iré, no podre sostener ni un instante tu mirada, ya sin alma y sin vida, no podre sostener la mirada de un desconocido. Y no creo que vuelva a saber de ti, papá. No querré volver a saber de ti.

Cúantas lágrimas habrá soltado por ti mamá. Cúantas noches de gritos nos habrán tenido despierto, papá. Cúantos sueños te atreviste a romper con tus terribles madrugadas. Cúanto miedo le inculcaste a aquel pequeño. Cúanto odio me inculcastes a mí. Demasiado papá. Demasiado.

Y cuando les cuelgan papá y cúando les cuelgan veo en tu mirada... ¿Satisfacción? ¿Por qué papá? ¿Por qué?

Sueño... no debo, pero sueño, con un mundo sin tí. Es triste. Sigue siendo triste. No entiendo por qué. Ya no te quiero, papá. No debería ser triste.

A veces cuando mamá me enseña tus fotos de joven pienso, que tal vez, en otro mundo, pudiésemos a ver sido amigos. Veo a ese joven con el pelo afro, que tanta gracia me hace, con aquel mítico puente a sus espaldas y pienso... que debiste ser persona, en otro tiempo, papá. Y una buena persona.

Mamá me da la razón en eso.

Cúando nadie mira, dejo de comer, papá y cuando nadie me vigila, vuelvo a ella. Es mi escapatoria, papá. Me hace sentir mejor. Llena algo tu vació, papá. Alejandro también lo llena un poco. Mis madrugadas junto a él, me hacen olvidar un poco el dolor. Mis mañanas junto a ella, me hacen sentir bien.

Veo otras familias. Tengo amigos. Amigos como yo, papá. Sus padres les quieren aún así. Les envidio. Me dicen que te lo diga. Que no me rechazaras. No te conocen, papá. No saben lo de tu enfermedad. No les importa que seas musulmán. Dicen que me querrás igual. Me hace gracia eso... y es entonces cuando con una simple mirada les observo y creo que lo entienden todo porque callan.

Parecíais tan felices en esas fotos antiguas. Antes de todo esto... Mamá y tú. Mamá ha sido siempre muy guapa y tu siempre con esos aires de arrogancia y un tanto melancólicos. Hacíais una extraña pareja. ¿Y esas fotos de cuando yo era bebe? Entonces si parecías feliz. Mamá, tú y yo. Sí, entonces eramos realmente felices.

¿Y el pequeño? No tuvo porque aguantar todo esto... El pequeño me recuerda mucho a ti, sabes. Es como tú. Es su mirada, o eso creo. Es su manera de contestarme. Definitivamente, el pequeño es tu legado.

Una vez, hace ya tiempo, en una de tus madrugadas, soñé contigo, papá. Soñé que eramos felices. Soñé que nos querías.


Lanocheazul.


4 comentarios:

  1. Tus palabras son "demasiado ciertas". Pero a veces, la realidad va mas alla de lo cierto y de la verdad. Todos "los que somos así" tenemos problemas con nuestros padres. Pero se superan. El amor es mas fuerte. Y si no se supera, no es una batalla ganada o perdida. Es una enseñanza y punto.

    ResponderEliminar
  2. No sé si fue la alienación de tu música sonando y tus letras siendo leidas por mi cabeza cansada, o igual fue el hecho de que llevo toda la tarde triste sin motivo aparente, pero me has hecho llorar. Y no te conozco más que por tus palabras, que no son más que un estracto de tu alma, pero amigo, ahora no me apetecería otra cosa más que abrazarte como sólo un amigo de verdad sabe hacerlo... Y eso que no te conozco.

    Tienen una fuerza inmensa todas las plabras que tú escribes, creo que es por eso que tu persona despierta estos sentimientos en mí; te imagino como un hermano pequeño al que necesito sonreír todas las mañanas. Espero que puedas utilizar la fuerza de tus sentimientos reflejados en tus palabras y luchar contra los demonios que te asolan.

    Perdona que siempre postee del mismo modo, pero ya te dije, tus palabras me inspiran estos sentimeitnos.

    Mucha suerte!

    ResponderEliminar
  3. Bellas, preciosas, brutales. No llego a poder definir tus palabras con sólo palabras. Me has llegado. No he leído tus palabras, son tus palabras las que han fluido y han llegado a mí, acompañadas de una excelente banda sonora en armonía profunda. Sigue siendo como eres, porque entre palabra y palabra una parte de tu alma asoma, y ese resquicio permite entrever que eres una persona; y ser persona no es tarea fácil, pero menos lo es aún ser bella persona. Sigue siendo tú.

    Un abrazo cálido!

    ResponderEliminar
  4. Cuantas verdades cuentas...

    Puf!, los pelos de punta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar