Un sentimiento.
Una sensanción. Llamarlo como queráis, pero desde hace un tiempo lleva en mi. Un sentimiento con el cual me siento a gusto y realizado aunque no haga más que matarme. Tal vez escribiendo esto, solo reafirme algo que lleva semanas rondandome la cabeza. ¿Y si he acabado rendiéndome? ¿Y si ahora soy solo uno más de esos esqueletos andantes?
No pienso en otra cosa que no sea llegar a pesar mis añorados cincuenta y cinco kilogramos.Tal vez este equivocado y solo escriba esto porque es tarde y estoy cansado, pero y si en realidad es este momento, uno de los pocos de lucidez que me da esta amarga vida y me permite ver que ya no como, que soy un hipócrita, que tanto criticarla a ella y ahora soy yo uno de ellos.
No como. No quiero comer. Me siento sucio nada mas ingerir algo. Me paso el resto del día pensando en lo que he comido. Me entristezco. Me rompo.
Solo con el hambre soy feliz... No me creo que realmente este escribiendo esto. Pero así es. Ingiero un mínimo para que no sospechen, un mínimo que puede rondar un cuarto de plato, una vez al día, mientras, como mi querida Cassie, mediante rápidas maniobras hago parecer que ingiero más de lo que como.
Nadie, nunca, ninguna de ellas debe de saber esto. Tengo que ser el fuerte. Tengo que estar a su lado. No pueden saber que me he rendido a los designios de esta sociedad. No pueden saber que solo así, con mi propia autodestrucción, soy feliz. Lo más triste de todo, es que ahora me doy cuenta de ello. Pero ya es tarde, no puedo parar.
Novio del hambre. Ella dice que nosotros, caemos en ella, porque guardamos una gran tristeza en nuestro interior. Pero yo no me noto triste, vació tal vez, pero me rió... tal vez con mi risa no haga más que ocultar todo esto.
No me atrevo a escribirlo. Ano... No puedo, prefiero llamarla Ana. Que hipócrita suenan ahora mis palabras, después de haber escrito eso para mi hermana.Nunca pensé que Ana me llamaría a formar parte de una de ellas.Lo peor de todo es que no entiendo porque quieren que coma tanto. No lo entienden. Necesito llegar a esos cincuenta y cinco kilogramos. Tal vez, sea la única forma de llegar a él. Todos me dicen que me ven más delgado, que parezco un esqueleto. Yo en cambio me veo igual.Igual... Solo necesito más tiempo.Un mes más y estaré bien.
A veces pienso y tengo ganas de acabar con todo esto. No puedo hacerle esto a ellos. Pero mientras no lo sepan, supongo que estará todo bien. Solo os lo puedo contar a vosotros mis invisibles amigos. Solo a vuestros os puedo contar... que tal vez sea anorexico.
Mi parte racional me grita que pare, que deje esta locura. Luego ella me ofrece una imagen de ellos... de todos a los que una vez llame soles. Me ofrece una oportunidad para llegar a todos ellos. Es una locura, pero algo tengo que hacer... les amo. No puedo dejarles escapar. Seguro que intentareis evidenciarme que estando más delgado no les conseguiré, que las cosas no son así de sencillas. Es deprimente. Pero así no consiguereis nada. Mi parte racional me lo lleva recordando a casa segundo desde que empecé con esto, pero ella le hace callar.
Tal vez todo esto empezó con J....
Novio del Hambre. Me gusta ese nombre. Es bonito. Suena mejor que anorexico o enfermo o loco o ... Tal vez mañana cuando relea esto me arrepienta tanto de haberlo escrito y lo borrare. O tal vez no... tal vez reconozca que en esta madrugada de miércoles haya tenido,como ya he dicho, uno de mis pocos momentos de lucidez en todos estos meses.
Nunca quise acabar así.
Una vez más. Gracias.
Lna.