domingo, 7 de abril de 2013

ibn Caín.

Soy el hijo de Caín, el hijo del eminente asesino. 

Soy el heredero de su marca, soy la piel morena de su pecado, soy el heredero de su cruel castigo:

- Criarle en el desierto y que su marca se extienda a medida que su alma muera - Cubierto estoy de polvo de las dunas y del olor de los oasis. Cubierto estoy de la muerte del camello y de la siniestra sonrisa del padre.

- Casarle con una mujer y que su marca se extienda a su descendencia - No hay mujer, no hay hijos, no hay herederos,ni primogénitos. Fui el fin de Caín y de su marca, conmigo acaba la estirpe, conmigo termina su cruel expiación. La del alma pía no tuvo tanta suerte, su destino era la rojiza luz del oriente poniéndose y no el óbito de sus ojos verdes.

- Sacrifica tu más amado tesoro a tú único Dios - y él me sacrifico a mí. Soy el hijo de Caín, el hombre que asesino a su hijo en pos de su verdadero señor. Soy el cadáver del inmundo hijo de Caín, el de la piel morena y el de los huesos flacos, el de la mirada perdida y los pies rotos. Soy el hijo de Caín y soy la muerte del primer mensajero.

- Vaga perdido por el mundo y vuélvete loco entre ridículas visiones - soy un crío que vio su mirada de asesino. Soy un crío que vio sus crueles manos actuar, sus ojos de locos, sus ensoñaciones de palmeras en mitad del desierto, de mujeres con velo y de hombres colgados bajo la sombra de la negra Kaaba, su tawaf a lo imposible, su reunión con su inhumano Dios, sus golpes, sus gritos. Soy el hijo de Caín y he visto la crueldad de los hombres.

- Fallece solo - soy el heredero de su destino, soy el peor de los hombres y he aquí mi peor castigo. Ni la soledad del padre, ni la muerte del hijo, ni los pies quemados del desierto, ni las lagrimas de yagas en las entrañas, ni sus ojos de jade rotos, he aquí mi peor sino. La crueldad de su Dios no conoce la paz, ni de los hombres de mi vida, crujiendo las frágiles tablas de la cordura.

- Y al final de todo ¿Quién se acordara de ti? - de la marca de Caín solo quedar el polvo, el polvo negro de la roca de Abraham. Y viviré eternamente en el viento, desconocido, ausente, nunca querido, ni recordado. Estaré en la luz del amanecer de todas aquellas camas, medio desechas, dónde dos desconocidos se dan calor en su terrible soledad; estaré en el viento de la noche, reflejado por los neones que iluminen las estrechas calles llenas de hombres ausentes, veré su mirada perdida, sus ojos de nada y su tierna alma quebrada; estaré en los últimos rayos del atardecer, vigilando el mirador del templo, cuándo otros hermanos de raza arrodillados ante la terrible ciudad, supliquen a sus temibles dioses, vehemencia una vez más. 

Veré nacer a otro hijo de Caín, otro crió sin patria, otro con los huesos quebrados,otro con la infancia robada, otro con los estragos de la marca, otro con la locura y este cruel vació en los ojos. 

Veré como el ciclo se repite, como siempre se ha repetido, como cada noche, cada tarde y cada día, nace un nuevo e infausto, hijo de Caín.



"В томленьях грусти безнадежной"


No hay comentarios:

Publicar un comentario