domingo, 31 de octubre de 2010

Frustración.

Frustración.

De ver como pasea con otras por la ciudad.
De ver como su sonrisa incandescente ilumina un momento mi alma cada vez que le veo.
De oír su risa, cuando la mía hace tiempo que murió.
De sentir su alegría, cuando el se llevo la mía.
De odiarle y amarle a la vez.
De ver como mientras estoy escribiendo esto sobre él, él ya se ha olvidado de mi.
De llorar cada vez que veo sus fotos.
De que derrumbe una y otra y otra vez, todas las murallas que tanto me costaron construir para que no entrara.

Después de tanto tiempo me doy cuenta, de que si no puedo ser libre aquí, no podre ser lo en ningún lugar...
Después de tanto tiempo me atrevo a decir, que 'X' y 'Y' fueron ELLOS dos... mis grandes amores.
Después de tanto tiempo me doy cuenta de que esta historia no tiene sentido, si no os relato que yo también soy él...

Porque ahora me siento como en aquella canción de Ismael Serrano:

''Ningún hombre lo amó.
A nadie reveló su pasión y los juegos,
el deseo clandestino.
No hubo cartas de amor,
no hubo día del orgullo.
No le devolverán los veranos perdidos.''

Tantas lágrimas solté, y tantas sigo soltando, por ese deseo clandestino...

Pero que puedo hacer, encerrado en una vida sin sentido, acomplejado por los estúpidos dictámenes de la tradición, muerto estoy en espíritu, aunque siempre lleve una sonrisa en la cara...

Esperar....
Esperar es lo único que hago desde hace tanto tiempo. ¿Qué que espero? Ni yo mismo lo se. Pero es lo único que puedo hacer, esperar.

Pero se que tarde o temprano, conseguiré ser feliz...
Vivo aferrado a ese sueño, porque sino que me queda, la tristeza, la agonía, el sufrimiento, el dolor, el llanto, las lágrimas...

Una vez más.
Gracias.

LNA.

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