lunes, 31 de octubre de 2011

Donde los gallos cantan.

No ha pasado más que dos meses y me parecen casi dos años desde que volví de aquella tierra de fuego, luz y polvo, de ciudades cubiertas tras la sombra de las tormentas, de desiertos implacables, de sus montañas ardientes, de sus lunas crecientes, de sus mujeres con pañuelos, de sus hombres con barbas, de sus tiendas de neón, de sus mezquitas de oro, de sus coches gastados... de aquel lugar donde los gallos cantaban.

Han pasado dos meses. Y todo ha vuelto a cambiar.

David, mi adorado y querido David. Me prometió que al llegar allí todo sería distinto, que ambos seriamos felices, solo necesitaba llegar allí, a mi vieja Ciudad Gris, donde al fin una luz me esperaba, una luz azul.

Espere, espere y espere. Días, tras días, bajo la Ciudad del Polvo, bajo sus noches estrelladas, soñaba con él, soñaba conmigo, nos imaginaba viendo esa misma estrella en distintas partes del globo. Una misera estrella era capaz de unirnos esa noche. Le imaginaba pensando en mi. Imaginaba nuestro futuro. Solo debía esperar... solo esperar.

Sobreviví gracias a ese pensamiento. Si me hundían los hambrientos, los ahorcados, los fusilados, la pobreza, las maltatradas, los enfermos... solo tenía que pensar en él. Debía volver para ser feliz, el resto, el polvo que me trajo se lo acabaría llevando.

O eso pensaba. Aún sigo soñando con aquellos niños gritando.

Y tras horas en un agotador viaje llegue a mi destino. Intente contactar con él. Pasaron semanas y no supe nada, absolutamente nada. Lo había intentado todo y no sabía que más hacer. Había perdido la esperanza, hasta que un día recibí uno de sus mensajes.

Me citaba al día siguiente. Recuerdo las horas y horas eligiendo algo que ponerme. Las horas y horas que tarde en probarme los miles de peinados que se me ocurrían. Las horas y más horas que tarde en decidir que le diría.

Llegue demasiado pronto y me toco esperar. Y cuando quise darme cuenta allí estaba. Al fin, mi querida luz azul. Aquella luz tan diferente, tan triste, tan melancólica. Andamos hasta que anochecio y en aquel banco, donde una vez hace tanto tiempo, sobre su duro lecho le entregue mi más frágil alma a un completo desconocido, nos volvimos a sentar. Y allí, tanto tiempo después, en ese mismo banco, cuya fria piedra me condena una y otra vez a repetir el mismo dolor, en cuyos riscos queda aún grabado los estertores de aquella agonía, le pregunte de nuevo si me quería, no pretendía ninguna relación, solo quería conseguir su amor, para salir del pozo, simplemente eso.

Sigo sin entender, por qué si realmente me amaba tanto me dijo que no.

Echo tanto de menos, aquellas mañanas en las que los gallos cantaban y el cielo se teñía de ese increíble naranja... y los hilos de sangre no bañaban la blanca cerámica.



''Y no hubo mañana que aguantase tal llanto.
Y la noche les cubrió eternamente.''

4 comentarios:

  1. Creo que estamos conectados de alguna manera. Mi tarde fue invadida por una singular melancolía. Hoy le mandé mensajes a un chico que me gusta de hace rato. Y tus palabras... Tus palabras que me quitan el aliento. Tú eres tu luz azul.
    Si puedes iluminarme a mi a lo lejos, seguro puedes hacerte de algun camino en la oscuridad.

    Abrazate de palabras. Ellas conjugaran por ti.
    ¿Sabes? Sabía que tenía que entrar a tu blog hoy.

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  2. Has vuelto con fuerza en tus palabras... lo cual no quiere decir que no sean amargas. Lo siento mucho. La vida es una compleja consecución de desengaños. No te desanimes porque puede que no fuera el momento.
    Un abrazo!

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  3. Me ha alegrado la tarde tu comentario! Y yo que creía que el blog estaba muerto... ^^
    La verdad es que me gustaría que algún día me contases qué te pasa realmente, porque como suele pasar en los blogs, pones como te sientes pero no qué ha pasado, y claro ahora estoy yo con la intriga!
    No sé muy bien qué decirte para animar y eso.. uspongo que un "ya vendrán tiempos mejores" no mejorará mucho la cosa, pero a mí me ayudó saber que, básicamente, solo existen dos posiciones, bien y mal, y que cuando no es A... en fin, realmente creo que poco anima eso... bueno, que ya me lo contarás y te diré algo con más sentido!

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